.jpg)
El rábano es una hortaliza de raíz, es decir, está debajo de la tierra y solo sobresalen las hojas. Se le conoce de forma común como Rábano, Rabanillo, Rabanito ó Nabo. Su nombre científico es Raphanus sativus y su origen es de Oriente. Existen variedades, en tonalidades de color y sobre todo en tamaño.
Quizá su característica más importante es su cierto grado de sabor picante. Hay variedades grandes, alargados más bien y los pequeñitos, de forma casi redonda. Las hojas que por lo general se desechan, tienen un alto grado vitamínico y fue de gran preparación en la historia de la gastronomía de Costa Rica. Al igual que otras hojas, tallos y plantas comestibles.
Uno de los remedios caseros, que me dieron de niño, a mi y a muchos otros, era justamente haciendo un boquete o agujero profundo dentro de un rábano largo. Se dejaba en posición vertical para que soltara el líquido y eso se lo recetaban para los males de la garganta, tos o ronqueras…como el agua picaba un poquito, a veces le ponían un pizca de azúcar… pero después de todo era rico y terminaba uno curado.
Quizá el mayor uso que damos al rábano es en ensaladas, partido, rallado, combinado con otros vegetales y legumbres, también algunos lo incluimos para acompañar sopas y hasta el pozol. No obstante también se luce como picadillo. Aquí les comparto la opción para prepararlo con carne.
Como ingredientes se ocupan unos 30 rábanos grandes, 1 kilo de cecina cocinada y luego molida (carne de res tipo posta), 2 sobres de consomé o condimento de su preferencia, una cabeza de ajo pequeña picada, 1 cebolla grande y 1 chile dulce grande finamente picado (pimiento), 1 tallo de apio y 1 rollo de culantro; 1 chile pequeño picante, ¼ de taza de aceite o manteca, 1 cucharadita de achiote (colorante natural) y salsa tipo inglesa al gusto. De estas cantidades sale una buena olla de picadillo, puede reducir a mitades.
Los rábanos hay que lavarlos bien, se les quitan los extremos, se parten y se muelen, usando máquina moledora de maíz o de arracache, para una consistencia fina (podría intentarse con procesador); se pone agua a hervir con una cucharadita de sal y se añade el rábano ya picado. Se deja unos 20 minutos, se pasa a un saco de franela y se escurre bien con las manos, o bien usando la secadora de ropa. Lo ideal es que quede bien seco.
Aparte se sofríe en el aceite los ajos, cebolla, chiles, apio y la mitad del culantro. Luego se le añade el achiote, la carne y los condimentos. Se deja tomar sabores y entonces se incorpora el rábano ya escurrido y el resto del culantro. Se mezcla todo muy bien y se deja unos minutos más.

Estará listo para servirse como un acompañante, pero no hay duda que se saborea más con tortillas y un buen café.