
Los hongos o champiñones tienen una forma de sombrilla, y justamente refleja la gran cantidad de propiedades que posee. Muy pocas calorías, contienen el doble de proteínas que los vegetales, posee los 9 aminoácidos esenciales e incluye una buena cantidad de minerales y vitaminas; además dado su contenido de fibra soluble, brindan sensación de saciedad. Ahora bien, combinados con vinagre y aceite lo convierte en un alimento muy completo.
Se requieren 500 gramos de hongos blancos, los que se lavan en agua fresca, se les retira la primera piel que les cubre, con un cuchillo se apoya en la base y se jala hacia arriba una delgada membrana. Se parten en 2 partes o bien en rebanadas.
Aparte se mezcla ½ taza de aceite de oliva extravirgen, ½ taza de vinagre balsámico y ½ taza de vinagre blanco. Se adereza con ½ cucharadita de sal, pimienta molida al gusto y se añaden hiervas secas como orégano y tomillo. Seguido se incorpora una cebolla partida en juliana, 1 chile dulce rojo picado (pimiento), hojas de albahaca frescas picada y los hongos.
Se pasa a un recipiente y se mantiene cerrado en refrigeración al menos 3 horas, lo ideal es 1 día para que absorba los sabores. Al servir lo puede hacer en una fuente y colocar palillos de madera
O bien, acompañar con tostadas, tortillas o pan suave.
Esta es una receta que se prepara en media hora, lo que lleva "esfuerzo" es poder contenerse o esperar el tiempo de marinado, pues una vez saboreado, se consume en unos pocos minutos...simplemente deliciosa. Haga la prueba.
Esta idea me la compartió mi amiga Sofía Mitjavila, herencia de su tesoro familiar. Gracias Sofia, fue todo un éxito.