Es curioso esa posibilidad de poder disfrutar de un
ingrediente, fruta en este caso, tanto en su estado "verde" o tierno
y ya cuando está en su punto dulce de madurez.
Con unas 4 papayas tiernas que conseguí, me hice este
picadillo. Primero las lavo bien y les hago incisiones con un cuchillo a lo
largo de la cáscara para que emanen el látex (lechilla). Después de unos
minutos las pelo, parto en trozos grandes, elimino las semillas y coloco en un
recipiente con agua que tenga 1 cucharada de bicarbonato, para terminar de
extraer el látex.
Seguido una olla con agua al fuego y espero hasta que el
agua esté hirviendo para colocar ahí los trozos de papaya enjuagados. Tapo y
dejo cocinar unos 10 minutos máximo. Que no queden suaves. Escurro y dejo
enfriar por completo para entonces pasar la parte gruesa del rallador.
Introduzco todo en una bolsa de tela y exprimo la mayor cantidad de humedad
posible.
Previamente (desde la víspera) había cocinado 1 Kilo de
"hueso de pescuezo" o carne para sopa como la conocen, que me gusta
su sabor y textura. (bien puede usar cecina, posta, chorizo, molida)
La carne la cociné en suficiente agua y con especias
naturales (cebolla, chile, apio, tomillos, ajos, culantro coyote), sal y
cominos. Cuando está suave se separa del caldo y ya fría se pica fino.
En una olla se sofríe en poquito aceite 1 cebolla, ajos, chile dulce, tomillo, se agrega la carne y se le pone 1 cucharadita de achiote, sal y condimento al gusto. Una vez integrado bien, se añade la papaya rallada, culantro picado y se deja a fuego medio bajo, moviendo ocasionalmente para que los sabores se integren y la papaya termine de suavizar en su propio vapor. Luego es cuestión de servir en tortillas como gallitos o acompañar de arroz.
Demasiado rico!!!! Gracias por compartir esta receta!
ResponderEliminarCon gusto Anthony. Ojalá la disfrute
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