SABADO 19 DICIEMBRE 2009
El eslogan que caracteriza a los habitantes de Costa Rica es “pura vida”. Es nuestra forma de saludarnos, de agradecer, de enviar buena vibra y de manifestar la filosofía e idiosincrasia de un país que pretende ser valuarte de paz.
Hoy el CALENDARIO DE ADVIENTO de mi amiga NOEMA, abre esta ventana para compartir un saludo desde la cintura de América, en este pequeño país de apenas 51.100km2, bañado por 2 océanos y lleno de vida en sus bosques, playas, volcanes, ríos y más. Hoy me siento pura vida de poder recibirles y de compartir algo de nuestra navidad con ustedes.

En nuestro país la navidad se anuncia con la llegada de aires fríos, aunque nunca ha nevado. Coincide la cosecha y recolección del café, así como las vacaciones académicas y días libres laborales. Es tiempo de paseos y visitas. En muchos hogares se decoran las casas con luces intermitentes y se hacen portales. Las manzanas, peras y uvas en los mercados son los colores que marcan estos días. Las cenas se encabezan con piernas de cerdo al horno o pavos rellenos.
No obstante el plato tradicional por excelencia son los tamales, (“tamalli” del idioma indígena náhuatl), que significa envuelto. Si bien es cierto que la receta se practica en otros países de Centro y Suramérica, cada quién tiene su estilo y por supuesto nosotros tenemos nuestro sello personal. Se preparan los días previos o el mismo 24, de manera que se acompañen en la cena de nochebuena, en el desayuno de Navidad y que estén a la disposición de compartir con las visitas y regalarse tamalitos entre los vecinos y familiares.
La parte básica de la receta consiste preparar una masa, con maíz blanco, que se cocina en agua una o dos veces hasta suavizar. Luego se muele para convertirlo en masa (como puré). Esta se mezcla con puré de papas (patatas) previamente cocidas y condimentadas. Se rellenan con arroz con achiote (colorante natural), carne de cerdo o pollo y verduras, como zanahoria, vainicas, garbanzos, guisantes, pimiento y una hoja de culantro (cilantro).
La carne se cocina previamente con hierbas y especias naturales. Y el caldo se reserva para añadir y dar sabor a la masa. Tanto en el caldo como en la misma masa se pone salsa de especias tipo inglesa, la marca de preferencia en Costa Rica se llama “Lizano” y eso es una de las características de los tamales ticos.
Se arma el tamal, colocando una cucharada de masa sobre cuadros de hojas de plátano, (las que previamente se pasan por fuego para ablandar), se pone arroz, la carne y los otros ingredientes.
Se cierra la hoja, se cubre con una o más piezas de hojas, se amarran de 2 en 2 (en piñas) y se ponen a cocinar en agua hirviendo por una hora. Bien pueden cocinarse con electricidad, pero si se cocinan en fogones con leña, el sabor de la hoja y del humo dará un mejor sabor al tamal. Se escurren y se deben dejar enfriar para que compacte la masa, antes de abrirlos. Luego se pueden calentar de nuevo en agua o hasta en el microondas. Un café de nuestra tierra es el mejor acompañante de esta receta.
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En el video les muestro como armar un tamal y me despido agradeciendo a todos los que han abierto su ventana (y los que faltan), en este Calendario tan especial, permitiéndome viajar y disfrutar de cada entrada y sobre todo a Noema por tan mágica idea. A todos les deseo que pasen una Navidad pura vida!