Hoy voy a sacar la lengua aunque alguna gente no le guste! Ser carnívoro es ya un asunto que se cuestiona y comer vísceras lo es aun más. No obstante, cada paladar y cada cultura está llena de prácticas que las hacen a veces únicas y especiales. Las diferencias justamente es lo que hacen un mundo lleno de historias, colores y sabores.
En Costa Rica comer lengua de res es muy común y es uno de los platos relativamente de mayor valor económico. Claro está, alguna gente no tolera la idea y otros el sabor, pero otros como yo, la hemos puesto en la lista de favoritas de las recetas.
Preparar una lengua de res tiene su técnica, tiempo y trabajo. Pero el sabor final me encanta. Al comprar la lengua puede que se incluya la parte final en el corte, lo que se llama la raíz, que también tiene buen sabor. Se debe limpiar bien con limón y sal y se lava con abundante agua. Entonces se pone a cocinar en agua limpia, con ajos, rama de tomillo y una cucharadita de sal. Lo ideal es hacerlo en olla de presión por unos 30 minutos una vez que inicia el sonido de la olla.
Al tiempo se desecha esa agua y se le elimina la membrana blanca que cubre la lengua al cocinarse. Se parte en rebanadas y se vuelve a poner en agua nueva, con hierbas aromáticas y condimentos a su gusto por otros 30 minutos en la olla de presión. Al tiempo sacamos la carne del caldo y reservamos ambos ingredientes. Es importante verificar la suavidad de la carne. De lo contrario se pone un rato más sin presión.
Aparte se sofríe en una olla, cebolla picada, chile dulce (pimiento), apio, tomillo y se incorporan un par de tomates grandes rallados para formar una salsa natural. Se deja cocinar a fuego lento unos 10 minutos, se condimenta. Se incorpora un par de zanahorias partidas en rodajas y unas vainicas en trozos pequeños. Se le añade las tajadas de lengua y algo del caldo donde se cocinó, lo suficiente apenas para formar una salsa no muy espesa. Opcionalmente se le puede añadir salsa de tomate tipo Ketchup o bien una cucharada de azúcar para bajar la acidez del tomate.
Cuando espese algo la salsa, se le puede añadir 1 taza de arvejas (arvejas, petit pois, guisantes verdes) y se retira del fuego; se le incorpora culantro picado y estará lista para servirse. Muchos la saboreamos con arroz blanco, como decimos: para ir recogiendo el caldito o bien, se puede servir en un “gallo” con tortilla.
Escrito por Luis González en su blog
COCINA COSTARRICENSE