A mi en lo particular me encanta el mondongo. Una sopa ojalá
preparada en fogón. Pero también con salsa de tomate. Añadir verduras como el
plátano verde y la yuca siempre serán mis primeras opciones. La zanahoria y las
vainicas para reforzar también el color.
Esta vez lo preparé con plátano, pero decidí añadir ñampí. Este
tubérculo, que es bastante suave y de una textura harinosa, le dio una
presentación especial, entre sabor y sirvió para espesar un poco el caldo.
Disponiendo de 1 kilo de mondongo (ojalá que incluya “pretina”
o “costura”, que es una franja más carnosa), se lava bien con limón ácido y
sal. Se enjuaga y se pica en trozos gruesos. La cocino en agua, tomillo y ajos
nada más, en olla de presión, por unos 45 minutos al sonar la válvula). Al
tiempo escurro, la pico más finito y la vuelvo a poner a agua fresca en la olla
de presión. Ahora sí con una cucharadita de sal, comino, orégano, apio,
cebolla, chile dulce, ajos y un par de plátanos verdes en mitades. Tapo y dejo
cocinar unos 30 minutos.
Se retiran las especias (olores), los plátanos se parten en
rodajas y se dejan aparte. A la olla se añade zanahoria y vainicas picadas,
unos 4 ñampí pelados y partidos en mitades, 1 sobre de salsa de tomate preparada
(tipo ranchera), opcionalmente un puñado (1 taza) de arvejas tiernas. Cocinar
sin presión por unos 10 minutos, hasta que las verduritas estén suaves. Se
añaden los plátanos, se rectifica el sabor y de último un rollito de culantro
fresco picado. Así está listo para servir con un arroz blanco recién hecho. El ñampí al ser más suave, hace que el caldo quede más espesito. Haga la prueba!