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Diccionario de Costarriqueñismos, del autor Arturo Agüero Chaves, se describe término “chilasquila” así: del azteca Chilli (pimiento) y quilitl (hierba tierna); Guiso de carne picada con un poco de chile y condimentos, envuelto en tortilla de maíz y después frito.
Don Denis Meléndez (
en su página) , indica que “es una tortilla de maíz doblada o rellena con carne arreglada o, a veces, con mondongo, envuelta en huevo y, luego, frita. Cuando las tortillas son palmeadas (es decir, que se les da forma con las palmas de las manos), se abre al medio y allí se pone el relleno. Se parece a la chilaquila nicaragüense, pero en ese país se acostumbra rellenarla con queso, hierbas y chile, y en alguna medida, es pariente cercano de la pupusa salvadoreña. Es distinto al chilaquile mexicano, que es más bien un guiso o sopa de tortilla partida, aunque el nombre puede provenir de allí”.
En Guatemala se entiende por chilaquila a una Vianda consistente en tortillas de maíz rellenas con queso, hierbas y chile, según indica el diccionario.
En Costa Rica ha sido un plato, quizás sin un nombre en particular en el pasado histórico de nuestra gastronomía, pero al tener como ingredientes las tortillas, huevos y “cualquier relleno” se convirtieron en simple frituras para comer a cualquier hora. No obstante, el menú que se ofrecen en los bares y cantinas de pueblo, llevaron este término a esta singular receta. Tortillas rellenas con carnes, envueltas en huevo, fritas y servidas en salsa de tomate.
Lo ideal sería tener tortillas caseras, palmeadas, gruesas, que se les pueda levantar la parte superior (cara) y ahí colocar el relleno. Si no, pues se usan tortillas comerciales de harina de maíz.
El relleno será de carne de res o pollo, deshilachada, y cocinada previamente con cebolla, chile y zanahoria. Se puede poner una cucharada del relleno sobre la mitad de una tortilla y doblarla en media luna, como una empanada. O bien, sobre toda la tortilla y sobreponer otra tortilla.
Estas se pasan por huevo batido y se fríen en aceite bien caliente. (cuidando que sellen bien los bordes). Escurrir en papel toalla.
Aparte se prepara una salsa de tomate natural con el culantro, especias y condimentos.
Con esta salsa bien caliente, se bañan las tortillas antes de servirlas. O bien, se descansan las chilasquilas en la salsa de tomate unos minutos, para que absorban su sabor. Se acompañan de ensalada de repollo y/o tortillitas fritas.