viernes, 30 de agosto de 2013

buñuelos de plátano maduro

El buñuelo es una masa de harina que se fríe en abundante aceite. La masa de harina puede mezclarse con agua, leche, huevo o levadura. Pueden llevar un relleno que puede ser dulce o salado.

Aunque es una receta con tradición de la comida mediterránea, en América Latina también se prepara bajo otros nombres y combinando ingredientes particulares, siendo  típicos de actividades festivas. En Costa Rica en los turnos o fiestas de pueblo no faltaban y rociados de azúcar era de las delicias de los visitantes.

Una forma fácil  de buñuelos con plátanos maduros, es majarlos crudos con un tenedor y añadirles harina, azúcar,  levadura,  huevo y  leche hasta formar una pasta. Cocinarlos fritos en una sartén con abundante aceite de oliva, dándoles la forma con una cuchara, para luego rebozarlos con azúcar y canela en polvo.

Sin embargo, me gustó más la idea de usar el plátano mismo como relleno y entonces salieron estos, que son como pequeñas arepas rellenas.  Simplemente parta 2 plátanos bien maduros, de cáscara negra en rodajas de 1 centímetro. 
Prepare el rebozado de pasta mezclando 1 y ½ taza de harina, 1 cucharadita de polvo de hornear (royal), 1 pizca de sal, 2 cucharadas de azúcar, 1 huevo y leche la necesaria (pero muy poca).  Cierna los ingredientes secos, añada el huevo y de a poquitos incorpore leche para tener una pasta algo suave.

Pase cada rebanada de plátano por harina apenas a darle una "empolvadita" y luego por  la mezcla. Cocine en una sartén con aceite, a temperatura media, dorando por ambos lados. Antes de dar la vuelta a cada buñuelo conviene pasar la espátula o tenedor en el mismo aceite caliente,  para evitar que se peguen a ella. Pase a escurrir en papel absorbente y estarán listos para disfrutar.

Puede rociarlos con azúcar en polvo o miel. Yo me los saboreé así de simples, con un café caliente, convirtiéndose en una de estas recetas perfectas para hacer en minutos, y que por lo general tenemos de todo en casa. Ojalá hagan la prueba. 
Intentando experimentar al mismo tiempo, repetí la receta usando harina de maíz amarillo, que brinda un sabor un poquito más dulce y una textura algo más crocante, justamente por no ser tan fina. Pero con un resultado igual en sabor y algo más encendidas de color, como lo ven en esta última fotografía. 

miércoles, 28 de agosto de 2013

ensalada habas con atún

El haba es una legumbre, en forma de vaina alargada donde se lucen sus singulares semillas, de un tamaño más grande que un frijol, algo aplastadas y tiene variedad de tonos en su color. Al menos en Costa Rica se da en poca producción y tiene mucha similitud en sabor y presentación con los tradicionales frijoles blancos. En otras regiones podría conocerse como “alubias” o fabas.

Casi siempre en cuestión de legumbres y granos, nos avocamos por las recetas saladas. Cuando las descubrí hace un corto tiempo de inmediato las preparé con carne (ver receta), pero en el mercado también he visto que se importan enlatadas y se usan en preparaciones frías. Así que me decidí esta vez por hacer una ensalada fresca, dándole sabor con un atún, pero usando granos enteros crudos y no enlatados. Puede usar frijoles blancos que igual le funciona la receta.

Por ser más tiernas y blancas, requieren de poco de tiempo de remojo, un par de horas son más que suficiente. Luego se ponen a cocinar en una olla con agua que las cubra, se les añade el mínimo de sal, tomillo y cebolla. Deje hervir hasta que suavicen pero que mantengan su forma. Escurra las necesarias para la ensalada y deje enfriar incluso en el refrigerador.
Mientras prepare la mezcla del atún, picando 1 cebolla, chile dulce, apio tierno. Rocíe con jugo de limón y sal. Añada atún enlatado ahumado, con chile, en agua o aceite (a su gusto), mezcle bien e incorpore trocitos de zanahoria picada y guisantes (petit pois), añada otros ingredientes como huevo picado, aceitunas o al gusto. Combine esta mezcla con las habas frías y sirva sobre hojas de lechuga. Sencillo, fácil y rico.

lunes, 26 de agosto de 2013

montaditos de lengua

La lengua no tiene huesos, pero es lo suficientemente fuerte para romper un corazón, por eso, tenga cuidado con lo que dices, se menciona entre frases. Y es que la lengua es el órgano muscular situado en la cavidad de la boca de los vertebrados, que sirve para gustar, deglutir y articular los sonidos, pero que también otros le encontramos el gusto para comérnosla, algunas, no todas, sino van a creer que soy Hannibal Lecter. Sabían que entre las curiosidades del reino animal, los cocodrilos no pueden sacar la lengua?, pobrecitos, tan simpático que es!

Pero bueno, la lengua como ingrediente en la cocina es de los que más disfruto. Y una vez que se domina la forma básica de prepararla, en una simple salsa de tomate, surgen un montón de ideas. En salsa blanca, con vegetales, encebollada, en vinagre. Tengo por ahí entre los libritos viejos de cocina que hasta forma de rollo relleno se puede hacer. Pero aún veo lejano la hora de prepararla así. Mientras inspirado en otras recetas y tratando de adaptarla a mis gusto, saqué esta que es como dos recetas en una.

La primera conduce a presentarla empanizada, y la segunda es poniendo un relleno entre dos tajadas, por lo que podría llamarse lengua prensada. Sin embargo en la línea de recetas cuando se sobreponen capas del mismo ingrediente se le da el nombre de “montadito”. Una montada sobre la otra. Mi receta lleva ambos procesos. Les cuento.

Cocine una lengua, lavándola primero con limón y sal. Enjuague y lleve a cocinar con agua y ajos, en olla de presión por 20 minutos (al sonido de la válvula). Saque, escurra y elimine la capa blanca. Parta en láminas delgadas. Vuelva a cocinar estas con agua, sal, condimento al gusto, hierbas frescas. Unos 15 minutos en olla de presión. Al tiempo déjelas aparte para que escurran de su caldo.

Prepare un empanizado con 1 taza de harina,  1 taza de pan rallado, 2 huevos batidos con sal y pimienta, aceite de oliva y mantequilla. Coloque cada ingrediente separado.

Ponga una rodaja de lengua sobre la harina, encima ponga una tajada de queso para derretir (tipo mozarella), otra de lengua, formando un tipo emparedado. Cubra bien de harina; pase por la mezcla de huevo batido y finalmente por la del pan. 

Fría en un sartén con aceite y mantequilla. Cuidando al dar vuelta para dorar por ambos lados. Escurra cada montadito en papel absorbente. El queso se calienta en este proceso y tiende a tomar su dócil suavidad y la combinación de sabores resulta muy interesante. Si gusta puede añadir un ingrediente extra junto al queso, como mostaza, chile jalapeño. La lengua ya cocinada puede bañarse con jugo de naranja agría o limón, si desea aportar un sabor cítrico a la misma. 
Creo que funciona bien como una entrada. Servirla sobre una ensalada verde, o bien como plato principal con arroz, puré y vegetales. Atrévase a sacar la lengua de una forma diferente!

sábado, 24 de agosto de 2013

galletas de maicena y leche condensada

Vive la vida como una galleta, mientras más lenta te la comes mejor sabor tiene! dice un refrán por ahí. La verdad que en cuestión de galletas, postres y dulces siempre me gusta rendirlos. Saborear cada bocado. No intentando descubrir sus ingredientes, sino dejando pasar la grata sensación para repetirla una y otra vez.

No soy mucho de hacer galletas. En realidad es una tarea fácil y hay un sinfín de recetas. Pero bueno, vi esta receta hace unos días y me gustó que de la misma pasta se puede jugar a dar diferentes formas y presentación. Curiosamente la receta se encuentra en muchas páginas y espacios, donde destaca solo el uso de maicena como ingrediente seco y estoy seguro que han de quedar más blancas que las mías. Por otro lado, en asunto de conversiones de gramos a tazas que es lo común que se usa en Costa Rica, añadido a cantidades y equivalencias de los demás ingredientes, aposté por usar la receta que también incluye harina de trigo.

Sencillamente se mezcla en un tazón 1 huevo, 1 lata de leche condensada (390 gr), 1 barra de mantequilla a temperatura ambiente (125gr) y 3 cucharadas de azúcar. Puede usar un batidor globo o la batidora a baja velocidad.

Cuando esté bien mezclado se agregan 2 tazas de maicena (fécula de maíz) y aproximadamente otras 2 tazas de harina. Aquí primero una bien la maicena y luego vaya añadiendo poquitos de harina de trigo para dar el punto a la mezcla que se pueda formar una bola suave. Se envuelve en plástico (film) y se tiene en refrigeración una media hora.

Se saca y se van formando bolitas pequeñas, salen unas 40. Se aplastan y se colocan en una bandeja engrasada (yo le recomiendo aceite en spray). Aquí viene lo divertido. La textura de la pasta es como plasticina. Entonces con un tenedor se majan y queda la marca en líneas o cruzadas. Puede rociarlas con azúcar moreno o blanca.

La otra forma especial es hacer presión con el dedo y formar un nido. Así se pueden rellenar de jalea (mermelada). Se pueden barnizar con huevo batido para que no queden muy secas.
Se llevan al horno a 160° por 15 minutos. No hay que esperar a que doren. Se prueba tocando si la pasta está firme. Se sacan y se dejan refrescar sobre una rejilla. Se pueden conservar perfectamente varios días en un recipiente hermético con la misma textura.


Recuerde que “El dinero no hace la felicidad, las galletas sí”. 

jueves, 22 de agosto de 2013

budín de plátano

El plátano maduro, también conocido en otras regiones como “plátano macho” es una variedad mayor y diferente al tradicional banano. La fécula o harina que contiene se hace difícil de digerir mientras el fruto no esté maduro y aún comerlo crudo no se recomienda.
 
Contiene un buen porcentaje de azúcares, lo que aventaja al usarlo en ciertas recetas. Por lo general se hace frito, pero hay que considerar que al contener minerales como el potasio, tiende a absorber el aceite y de ahí de cuidar la cantidad a consumir.  Al igual que el banano contiene triptofán, un aminoácido que se convierte en serotonina, lo cual relaja el cuerpo en general y nuestro humor, por lo que nos hará sentirnos más felices.

Para contribuir a seguir siendo felices en nuestra vida y en la cocina, les comparto esta sencilla y rápida receta de budín, que se hace sin pan, pero que el mismo plátano se encarga de hacer una buena presentación. Tan simple como licuar todo, pasar a un molde y hornear.

Requiere de 2 plátanos maduros (de cáscara negra, pero que se sientan firmes), ½ barra de mantequilla (60 gr), 2 huevos enteros, 1 cucharada de harina (de cualquier tipo y hasta se puede omitir), 2 cucharadas de azúcar, 1 pizca de sal, especias a su gusto (vainilla, canela, nuez moscada) y  1 caja de crema dulce (1 taza), - esta crema es la que se usa para batir o montar (whipping cream).

En una licuadora colocar los plátanos pelados, partidos en trozos (crudos), los huevos,  la mantequilla derretida, la harina,  azúcar, sal y especias. A baja velocidad vaya añadiendo la crema dulce en forma de chorro hasta que tenga una mezcla suave.  Pase a un molde engrasado y cocine a temperatura media de su horno, por unos 30 minutos hasta que haya dorado bien. Compruebe que el centro está firme. 

Deje enfriar y parta en trocitos. Es perfecto para acompañar el café o bien ya frío como postre. 

miércoles, 21 de agosto de 2013

Marifrijo

Marifrijo es un plato costarricense, que nace como idea de Luis González,  cocinero aficionado y autor del blog CocinaCostarricense. El término Marifrijo deriva de las primeras sílabas de los ingredientes que lo componen Mariscos y Frijoles. Está inspirado en el chifrijo, una boca  o aperitivo muy popular en bares y restaurantes de Costa Rica (ver en WIKIPEDIA) que incluye Chicharrones y frijoles.

El Marifrijo por su parte contiene como ingredientes frijoles tiernos con su caldo, arroz blanco cocinado, mariscos (productos enlatados o una mariscada), pico de gallo, tortillas fritas para acompañar.
El arroz se tuesta en aceite primero, se le añade agua y sal y se cocina hasta que reviente. Se pasa un tenedor para soltar y se reserva caliente. 

La variedad de frijol que se usa se conoce en Costa Rica como “frijol tierno”, es de un tamaño más grande al común y es de color rojizo. Es más suave y rápido para cocinar, por lo que  no requiere que esté en remojo. Simplemente se colocan en una olla con agua suficiente a que los cubra, se le añaden hierbas frescas como apio, tomillo, orégano y especias tipo cebolla, chile dulce, ajos. Se le pone sal y una cucharada de salsa tipo inglesa. Se deja hervir hasta el punto deseado y se retira del fuego, pues si se excede el tiempo tiende a romperse el frijol.
El pico de gallo es una mezcla de tomate picado, aderezado con jugo de limón, cebolla, chile dulce (pimiento) y culantro, todo bien picado. Se le añade sal y si es del gusto un poquito de salsa de tomate o picante.
Los mariscos que se pueden usar para este plato es lo que se denomina “mariscada”. Es un grupo de diferentes productos de mar, pulpo, camarón, mejillones, conchas, calamares. Se pueden hervir en agua con sal para agilizar su cocimiento y luego se pasan por mantequilla caliente dentro de una sartén. También puede usar trocitos de pescado frito o productos individuales que se obtienen ya enlatados y listos para servir.

Como acompañantes lo mejor son tortillas de maíz partidas en trozos y fritas en aceite. También se le puede incorporar chile jalapeño para darle un tono picante. Se monta sobre una copa alta y ancha o bien en un plato sopero pequeño. Se coloca una cucharada de arroz, una porción de frijoles con algo de su caldo. Se añade un poco de pico de gallo, para coronar con una porción de mariscos. 

lunes, 19 de agosto de 2013

ensalada de remolacha en su salsa

La dulce remolacha (betabel) siempre es muy invitada a figurar entre las ensaladas, hoy les comparto esta idea del huerto de mi amiga Pilar, del blog Cazuelicas  Si bien la usamos combinada en ensaladas mixtas con otras verduras y vegetales, o tan simples como acompañarla con mayonesa, el añadir sabores extras como el vinagre, le encienden sus sabores y una salsa a partir de ella misma hacen una fusión de color y sabor muy apetecible. 

Yo la he adaptado y aquí les dejo mi resultado. Requiere de 3 remolachas medianas, las que cocine en agua y pizca de sal hasta que estén suaves. Se dejan enfriar y se pelan. Tome 2 de ellas y parta en tiras algo gruesas. La otra la reserva  partida en cuadros.

Aparte coloque en la licuadora ¼ de taza de vinagre (yo usé balsámico), 2 cucharadas de aceite, 2 cucharadas de mayonesa, 1 cucharada de mostaza, pizca de sal y la remolacha reservada. Licue por al menos 2 minutos para que se forme una salsa espesa.

La receta original sugiere mezclar la crema con las tiras de remolacha, y conservar de un día para otro de preferencia, o por unas horas en refrigeración. Yo también probé mantener ambas cosas separado y servir estilo “boca fría” con palillos para que se pueda usar la salsa como acompañamiento. De ambas manera sabe bien. 
Así luce combinada. Fotografía de Cazuelicas

viernes, 16 de agosto de 2013

arreglado, pasteles arreglados

Entre lo curioso y simpático que en un mismo idioma se conozcan las cosas por diferente nombre. Y en la cocina los ingredientes, alimentos y recetas son el mejor ejemplo. El “pastel” en muchos lugares se refiere a esa obra que usamos para celebrar los cumpleaños. Torta le dicen en otros lados y en Costa Rica será nuestro “queque”.  Por eso cuando se busca en la red pastel arreglado, verá datos de estos queques “decorados”.

En nuestro país, “pastel” va más referido a los bocadillos de repostería, elaborados con diferentes tipos de pastas, hojaldre, quebrada o filo. Y se hacen pastel con diferentes rellenos, dulces y salados.  En una entrada anterior les había presentado nuestros “PASTELES DE VIENTO” que se hacen rellenos de picadillo de papa y son muy gustados y tienen alguna semejanza con los pasteles de carne. 

La oferta de pasteles, pastelitos, se da más en las panaderías, en los servicios de comida en fiesta, reuniones (catering services), no es un asunto tan hogareño o casero, dado que requiere de un proceso de amasar en formar trabajosa para conseguir ese aspecto laminado especial. O bien se logra conseguir en los supermercados las pastas congeladas y frescas listas para usarse.
Otro dato interesante, es que en Costa Rica los pasteles de carne, serán entonces estos bocadillos de pasta rellenos con carne molida y la información que se obtiene de la red por “pastel de carne” le va a remitir a recetas que son elaborados de pura carne, en forma de rollos, arrollados, tipo albondigón o cocinados en capas con rellenos, muy de corte europeo. Así que creo que esta es la primera vez que saldrá un “pastel de carne arreglado” a la Tica, al estilo Costarricense.

Debe entenderse al menos que la pasta de hojaldre se elabora con masa de harina, agua y sal, se le añade bastante mantequilla o manteca vegetal en pasta, margarina o aceite. Se trabaja en forma de golpes, doblando y amasando, con el fin de que la misma grasa al momento de hornear las separe en láminas, tal como la disfrutamos visualmente. El hojaldre es especial en cuanto a que su sabor lo hace conveniente para recetas dulces y saladas. La pasta filo (philo) es más moldeable. Es decir, se presta más para elaborar figuras, es más fina y queda más crujiente al hornear e incluso se puede freír, como los rollitos primavera. En resumidas cuentas, es más fácil ir a comprar la pasta al super.
Si quiere hacer sus propios pasteles de carne en casa, tenga ya lista la carne molida, cocinada con todos los “olores” que quiera, especias, hierbas y condimento. Estire las láminas de hojaldre y  recorte forma de discos (círculos), ponga una cucharada de la carne en una base y tape con otro disco para formar el pastel, selle los contornos con un poco de agua y presione alrededor. Pinte con huevo batido cada uno y lleve al horno por 30 minutos a 180° hasta que doren. 

Aquí les quiero contar, que es muy típico en Costa Rica, ir a las sodas (pequeños restaurantes) o los mercados y pedir un “arreglado” o bien un pastel arreglado. Simplemente será tomar un pastel ya hecho, abrirlo al centro, ponerle más ingredientes, salsas y poner entre “prensas” para que se caliente la pasta y listo. Incluso, vas a escuchar: “lo quiere con todo?” sí!.. con todo lo que le puedan poner! 
Los pasteles se hacen rellenos de pollo, de palmito y de carne que son los más gustados y tradicionales para hacer “arreglados”. Abra cada pastel a la mitad y pase una capa de frijoles molidos. Lo más común es poner láminas de mano de piedra (que también la venden en el super ya lista, tajadeada – o cocine en su casa la carne, pero le va a salir más caro y dura mucho más). Bien arregladitos se le puede poner 2 láminas a cada pastel.
Se le pone 1 hoja de lechuga, rodaja de tomate fresco  y un poco de salsa de tomate, mayonesa, mostaza y salsa inglesa. Le puede añadir queso amarillo o algún ingrediente a su gusto. Se tapa de nuevo y aunque así está listo para comer, a muchos les gusta llevarlos a la “prensa” para calentar la pasta. El microondas no sirve, pues cambiará la textura del pastel. La otra opción sería tener los pasteles en el horno convencional, con calor suficiente apenas antes de arreglar. Espero que esta entrada les sirva a los Ticos para ahondar un poquito entre lo que disfrutamos y a los extranjeros que en algún momento estén de visita en nuestro terruño y puedan salir a comer “arreglados”! 

lunes, 5 de agosto de 2013

tigrillo, picadillo de plátano verde

En primera instancia “El tigrillo”, es un felino salvaje. Sí señor. Es de hábitos nocturnos, duerme entre ramas; su piel es manchada, vareteada de figuras y colores que lo camuflan con la vegetación. Es un gato grande atractivo!
En asuntos de cocina, “Tigrillo” es una receta del Ecuador. Se hace con plátano verde cocinado y majado, de ahí que también se le conozca al plato solo como “majado”. Parece que lo usan bastante como opción para desayunar, pero igual se saborea a cualquier hora. Y esto lo vine a descubrir porque una de mis hermanas una vez me dio un picadillo de plátano verde revuelto con huevo. Diantres pensé! Qué es esa combinación tan salida de serie? Pero de igual forma me gustó el asunto. Después con ganas de ver que invento y que hacía diferente me volvió a la memoria esta receta y buscando en la red, me vine a topar con toda esta información.
Fuente Fotografía 
En la costa del Ecuador y en este mismo país, hay opciones al preparar este “revuelto” siendo los ingredientes básicos, plátano verde cocinado, huevo y queso. La versión más relevante es cocinar el plátano, luego majarlo y pasar a un sartén con mantequilla y cebolla cristalizada. Esto se sirve como base, se le acompaña con 1 huevo frito y queso en boronas.(como se muestra en la fotografía superior) 

También otra gente lo prepara combinando todos sus ingredientes y es así, como se acerca más a lo que yo había disfrutado. Aquí está mi versión tica del Tigrillo. Requiere de 2 plátanos verdes cocinados en agua con sal. Ojo. Un gran detalle. Yo astutamente usé los cocinados de un caldo con carne (olla de carne) por lo que ya escurridos tenían más sabor.

Los plátanos escurridos, se dejan enfriar y se pasan por la parte gruesa del rallador. Aparte ponemos un sartén a fuego medio, cucharada de aceite y otra de mantequilla. Se sofríe una cebolla picadita. Un par de huevos, se revuelven con tenedor y le ponemos tantico de sal. Le añadimos el plátano rallado y combinamos bien. En el último minuto un buen puñito de queso picado y un poquito de culantro para darle color y ese aire de frescura de nuestros picadillos.
Que traigan el animalito para gozar! Acompañe con tortillas de maíz y arrime el cafecito. Así recién hecho, vieran que rico sabe este tigrillo. 

domingo, 4 de agosto de 2013

atol de guayaba

Dicen las sagradas escrituras “Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás”. Yo no estoy tan seguro que YO sea pura tierra. Creo que en lo personal me hicieron con masa. Con elotes, las tuzas, el maíz. Simplemente tengo una química Divina con la masa.

De chiquillo irónicamente solo elotes hervidos y la mazamorra me gustaba. No encontraba placer por los panes, tortillas, chorreadas y demás recetas. La mazamorra por su textura de atol siempre fue una bendición en mi. Y es que los atoles con avena, maicena, vitamaíz o lo que fuera son mi dulce encanto.
Bueno, el tiempo pasó, crecí y todo fue llegando a disfrutar en mi paladar. Adoro todo lo hecho con maíz y todo lo que sea de masa. Entre tanta receta rústica, me encontré con este atol que rompe los esquemas tradicionales de hacerlos con leche y la incorporación  de la guayaba. Así de simple, masa, guayaba, agua y azúcar. Me imagino a las Abuelitas con aquellas canastas de guayabas, que entre refrescos y mermeladas, de pronto encontraron esta singular opción. 
Requiere de 1 taza de masa. Del que se usa para hacer tortillas; lo venden en los molinos. Esta masa se obtiene de cocinar maíz blanco, remojado durante varias horas y luego cocinado con cal o ceniza, para luego molerse. Así que es más fácil comprarlo en los molinos. La masa de paquete en polvo no le va a funcionar.

Coloque la masa en un recipiente junto a 2 tazas de agua, deje reposar unos 10 minutos. Mueva como para disolverla y pase por un colador. Licue junto a 1 guayaba grande (1 taza de fruta aproximadamente). Ojalá las guayabas de cáscara verde, pero rosadas por dentro. Una vez licuado, pase de nuevo por colador.
Lleve al fuego esta mezcla, a temperatura media, moviendo con cuchara de madera hasta que alcance el hervor. Puede añadir 1 astilla de canela o unos cuantos clavitos de olor. Cuando hierva le va añadiendo azúcar en cucharaditas. Una a la vez, que el calor lo diluya. En cosa de minutos estará espeso y listo para servirse.

Sirva en tazas así caliente o espere que se entibie un poquito. Disfrute tanto como yo. Pues de la masa nací y en atol me convertiré! 

sábado, 3 de agosto de 2013

chiles rellenos asados

Para variar los tradicionales chiles envueltos en huevo, les comparto esta idea usando chile dulce “mundial”, que tienen una textura más jugosa, son más dulces y su piel es muy liviana. Ponga una olla con agua a hervir y añada los chiles enteros por unos 10 minutos. Escurra, deje enfriar.

Luego haga un orificio, quitando el tallo verde, retire semillas y venas internas con cuidado. Rellene con carne molida ya cocinada, soya o arroz arreglado. También podría hacer un relleno de otros vegetales. Coloque un trozo de queso para derretir, que funcione como tapa para cerrar.

Colóquelos en moldes engrasados (para hacer quequitos - cupcakes) y lleve al horno a temperatura media para que se gratine el queso. La piel de este chile es más liviana. No obstante, puede retirarla al inicio, luego de ser hervidos.
Sirva con una salsa de tomate de palo u otra de su agrado. Acompañe de un arroz o ensalada según el caso. 

salsa de tomate de palo

El tomate de árbol o tomate de palo, es una fruta acidulce, originaria de la zona Andina. En Costa Rica también se cosecha; se conoce también como Tamarillo o Tomate arbóreo del Perú. Puede ser rojiza o un morado intenso ya maduro. Se asemeja a los tomates, tienen forma ovalada, pero crece en pequeños arbustos, por lo que deduzco sale de ahí su nombre.
Con este fruto se puede hacer refresco, mermelada y añadir a comidas saladas. Aquí una opción para hacer una salsa, que bien acompaña carnes, verduras u otros platos. Muy simple, tan solo requiere:
1 taza de pulpa de tomate palo
1 cebolla pequeña picada
1 chile dulce picado (pimiento)
1 cucharadita azúcar
1 cucharadita jengibre rallado
Sal, pimienta, azúcar y aceite

Cristalizar en aceite la cebolla, añadir el chile dulce, jengibre (todo bien picado). Luego incorpore la pulpa del fruto, condimentar con sal, pimienta y azúcar. Tapar y bajar la temperatura a fuego bajo por unos 10 minutos hasta que espese.
Rectifique sabor y serva caliente sobre carnes u otros alimentos.