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El maíz, choclo, millo o elote es una planta gramínea anual originaria de América y luego introducida en Europa en el siglo XVI. Actualmente, es el cereal con mayor volumen de producción en el mundo, superando al trigo y el arroz. En la mayor parte de los países de América, el maíz constituye la base histórica de la alimentación regional y uno de los aspectos centrales de las culturas mesoamericana y andina.
El uso principal del maíz es alimentario. Puede cocinarse entero, desgranado (como ingrediente de ensaladas, sopas y otras comidas). La harina de maíz (polenta) puede cocinarse sola o emplearse como ingrediente de otras recetas. El aceite de maíz es uno de los más económicos y es muy usado para freír alimentos. Para las culturas latinoamericanas, los productos a base de masa de maíz sustituyen al pan de trigo.
En la cocina de América Latina, son muchos y diversos los platos que se preparan a partir del mismo, y justo por sus variedades, tipos y colores, se presenta todo un abanico de alternativas para emplearlo y degustarlo. (
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En Costa Rica propiamente, lo encontramos fresco y molido en establecimientos denominados “molinos” y también comercializado por la industria en paquetes en forma de harina, blanca y amarilla. Las tortillas y los tamales son de las primeras recetas que se lucen con este ingrediente, seguido de las tradicionales empanadas, que son tortillas de masa rellenas de cualquier cosa: frijoles, picadillos, carne, embutidos y quesos, las que se cierran en medias lunas y se fríen para cocinar.
En la variedad del maíz amarillo uno de los productos que más destaca son las tortillas de queso, que es masa combinada con una buena cantidad de queso maduro rallado. Pero igual se emplea para hacer las siguientes empanadas.
Lo primero es preparar el relleno. Para hacer algo diferente y sabroso he preparado un picadillo de col con papas y le añadí carne picada. En una entrada anterior (
VER RECETA) lo había hecho sencillo, vegetariano, que por igual puede usarse. (El col es como un repollo, pero con las hojas más arrugadas).
Se cocina la carne en un buen caldo con hierbas y especias. Al tiempo se retira y se pica. Bien puede ser posta de res o cerdo. Reservamos. Aparte se lavan bien las hojas externas de la col y se pican. Las papas se pueden cocinar enteras en agua y sal, con todo y cáscara. Al estar suaves se pican también. Se fríe en aceite cebolla picada, una cucharadita de achiote (colorante natural), se añade la col apenas para ablandar, las papas y de último la carne. Se condimenta al gusto, considerando que tanto carne como papas tenían su condimento y sal. Se mezcla y se deja unos minutos para integrar sabores, se retira del fuego y se deja refrescar.
Mientras se prepara la masa para las empanadas: combinamos harina o masa de maíz amarillo, con poquita sal, unas cucharadas de natilla (sour cream), luego se va intercalando
leche agria y poquitos de agua tibia. Todo se mezcla bien (lo típico es hacerlo con las manos) para ir obteniendo una masa manejable y que se puedan formar bolitas de esta masa.
Las bolitas se aplastan entre 2 plásticos o usando una tortillera, para convertirse en una tortilla, la que se rellena con una cucharada del picadillo. Se cierran en medias lunas y se fríen por ambos lados en poco aceite.
Así calientes y con un café recién chorreado se disfrutan en grande. En esta receta no hay cantidades, pero haga bastante porque quedan muy ricas.
Si lo prefiere, puede rellenarlas con una tajada de queso blanco y serán otra delicia al paladar.
Anímese una tarde de estas, o bien déjelas como alternativas para una cena. Costa Rica es así, pura vida!