Algunos estudiosos del idioma indican que la palabra Arepa proviene del vocablo indígena erepa, que los Cumanagotos –tribu de los Caribes– utilizaron para nombrar el maíz. De acuerdo a otra versión, el vocablo arepa pudiera provenir de aripo, especie de plancha levemente curva, fabricada en barro, que utilizaban los indígenas para la cocción de la masa de harina de maíz. El cumanagoto es el individuo de un pueblo amerindio de la familia caribe que habitó en la antigua provincia de Nueva Andalucía llamada hoy Cumaná, y cuyos descendientes habitan actualmente al norte del Estado Anzoátegui, en Venezuela.
Sin embargo, esos antiguos habitantes de esa zona venezolana no eran únicos en consumir arepas en esa época. No muy lejos, vivían los Taironas, que era una civilización precolombina de la familia Chibcha, que habitaba en los actuales departamentos de Magdalena y Cesar, pertenecientes a la actual Colombia.
Ahora bien, en Costa Rica el término Arepa se aplica a la tortilla gruesa elaborada con harina de trigo, sin levadura, frita o cocida en el comal, y aliñada con huevos y azúcar. Tiende a parecer más al “pancake” que incluso ahora se comercializa listo para su preparación. Indudablemente no hay nada mejor que las hechas en casa, donde el ingrediente “cariño” les resalta el sabor.
La mayoría de los ticos que preparan arepas prefieren una textura esponjosa y suave. En mi casa y otras por ahí, siempre fue preferida con acabado más durito y crujiente. Cuál es la diferencia? Más harina y el orden los elementos.
La receta tradicional conlleva mezclar en un tazón huevo, polvo de hornear y azúcar. Batir bien y deje reposar por un par de minutos. Luego agregar harina alternando con leche y mezclando suavemente. Seguido calentar un sartén con aceite, poner una cucharada copetona de batido (de consistencia suave y cremosa) y cocinar a calor medio hasta que estén doradas por ambos lados. Similares las pueden encontrar en un post de
Luis Murillo en este
SITIO y como se muestran en la fotografía por él presentada.
Mi versión va en este orden. Se mezcla una barra de mantequilla con 1/3 taza de azúcar, se une hasta formar boronas. Se le añade un chorrito de vainilla, 1 huevo y ¾ de taza de leche. Aparte se cierne 1 y ¼ taza de harina con 2 cucharaditas de polvo de hornear y se une con la mezcla anterior. Debe quedar como una masa moldeable, la cual se trabaja con harina en las manos y sobre la mesa, haciendo bolitas y luego formando las arepas (como una tortilla) de preferencia con las manos. Se vierte en un sartén o comal caliente, sea sobre aceite o bien margarina. Se doran por ambos lados.
Una opción que algunos gustan, es ir pasando las arepas calientes por azúcar y/o canela, o rociar de éstos sobre ellas. Se disfrutan con un café recién chorreado o un chocolate caliente. En cualquiera de las 2 versiones, espero las puedan probar!