martes, 12 de abril de 2016

tamal asado con costra


Entre las recetas tradicionales de Costa Rica, las elaboradas con masa de maíz están entre las más populares y el "tamal asado" es una de las favoritas.  Se prepara una masa aliñada con ingredientes lácteos y se cocina en una olla forrada en las hojas de plátano en horno de barro o bien sobre un fogón. Sobre la olla se colocan más hojas y carbones para que la cocción sea uniforme y se haga una especie de costra en todo su alrededor.

Sin embargo, la receta puede hacerse en horno convencional, pero colocando algunos ingredientes sobre la base para que al cocinarse se forme una "costra" que le brinde una textura crocante y de mejor presentación y sabor. 

Para esta receta se requiere 1 kilo de masa de maíz (maíz cocinado y molido), 1/2 kilo de queso blanco rallado (dividido en dos partes), 1 taza de azúcar, 1 cucharada de vainilla, 3 huevos enteros, 60 gramos de mantequilla derretida, 1 taza de natilla casera, 1/2 taza de leche en polvo diluida en 1/2 taza de agua (la receta original lleva leche agria), 1 taza de coco (dividida). 
*puede usarse masa en polvo humedecida con agua tibia para lograr la textura*

En una olla que se pueda llevar al calor, coloque la masa, con el mitad del queso, la mitad del coco, 3/4 de taza de azúcar, huevos, vainilla, mantequilla y leche. Mueva a integrar bien los ingredientes. Lleve al cocinar a temperatura media, mueva en todo momento, mejor con cuchara de madera, hasta que espese cuidando que no se pegue al fondo. 



Vierta la mezcla en un molde engrasado de mantequilla. En un tazón combine el resto del queso, azúcar y coco. Distribuya sobre la mezcla y lleve al horno precalentado a cocinar por unos 45 minutos hasta que dore y el centro esté firme (350°F/180°C). Los últimos minutos deje solo la parte superior del horno para dorar la capa de la costra. Retire y deje enfriar por completo antes de partir. Es perfecto para acompañar el tiempo del café. 

lunes, 22 de febrero de 2016

curuba


Curuba, granandillas, taxo, tumbo o parcha es una fruta pasiflorácea, nativa de la cordillera de los Andes entre Venezuela y el norte de Chile. Son enredaderas de tallo cilíndrico pubescente, de hojas obovadas, trilobuladas y aserradas en las márgenes. La flor es péndula y de bellos colores rojos o violetas. El fruto es una baya oblonga u ovoide con cáscara gruesa y blanda, verde clara que se vuelve amarilla al madurar. Contiene múltiples semillas obovadas, con arilo anaranjado, suculento y comestible. Es de la misma familia de las Maracuyá, Granadilla, Granadillas, Pasionaria, Frutos de pasionaria, Fruta de la Pasión, Fruto de la Pasión, científicamente Passiflora edulis.

En Costa Rica se da con muy buen resultado. Así sola o para elaborar refresco natural. Yo simplemente la licué con agua y la endulcé, le puse hielo y listo.



Esta es una excelente sugerencia de receta de fresco con leche: Licuar la curuba como si fueras a hacer un fresco muy concentrado, se endulza y se separa en un recipiente una vez colado. Licuar aparte leche y endulzarla también, poco a poco, sin detener la licuadora, se empieza a agregar el jugo de curuba endulzado hasta que se haga espuma. El orden de los factores no altera el producto, pero se endulzan ambas porciones para luego mezclar, el mismo principio que usarías para hacer una piña en leche.


jueves, 18 de febrero de 2016

tayuyos


El término tayuyos se refiere en el vocabulario costarricense a "lío" o "envoltorio". Estar "envuelto en una determinada situación". Tayuya por su parte se refiere a una porción de comida envuelta en tortillas de maíz, como por igual se le dicen "gallos", pero más pequeños o más estilo rollos.

Entre la variedad de tamales que se preparan en Costa Rica, se encuentra esta receta que es la versión para “bocas” de los tradicionales tamales mudos. Se destaca por ser de un tamaño muy pequeño (minis-tamales) y por usarse papel de aluminio en lugar de la hoja de plátano.  Justo por estas características, mucha gente se refiere a ellos como tamales tayuyos o tan solo tayuyos.

Justo este mes de diciembre que se llevan a cabo tantas reuniones familiares y de amigos, que se cierran tiempos académicos y laborales, que es tiempo de compartir y regalar, nada mejor que hacerlo con presentes comestibles y esta receta nos salva la tanda.

Se prepara la base con masa de maíz, al que se le mezcla puré de papa y consomé de pollo diluido en agua tibia, o bien, se va añadiendo caldo preparado para obtener una masa manejable. El caldo o líquido a usar debe estar bien condimentado, con salsa tipo inglesa, cominos, pimienta molida o gotas de tabasco.

Se parten cuadros de papel aluminio, y se coloca una pequeña cucharadita de masa. Se le cubre con un poquito de frijol molido (de lata o preparado casero) y un pedacito rectangular de queso (de su elección, pero que no sea cheddar, pues este se derrite).Otra opción es rellenarlos de frijoles "arreglados", es decir majados y aliñados con especias y colocar una tirita de chile dulce arriba.



Lo bonito de la receta viene aquí. Deben cerrarse cada tamalito uniendo los extremos del papel, de manera que vaya cerrando bien para que no se meta el agua, y queden en forma de confitura, primero el lado màs largo y luego las puntas. Si lo considera necesario puede usar doble forro de papel; pero no se amarra.
Luego se ponen en una olla con agua fría, que vaya calentando hasta llegar a hervir. Un consejo es colocar un objeto pesado sobre los tamales, pues tienden a “flotar” y son propensos a romperse o que se les introduzca mucho el agua. Bien puede ser otra tapa de una olla más pequeña.

En cosa de 30 minutos pueden estar. PERO mucho cuidado, pues el aluminio conserva bastante calor, por lo que DEBE DEJAR ENFRIAR casi por completo (tibios) para abrirlos. Pueden consumirse tibios o frios ya sin el papel. Como buen tico, tengo que agregar que el sabor no será nunca el mismo que hechos con hojas de plátano, pero esta es una bonita y diferente forma de preparar estas boquitas. Provecho!

jueves, 11 de febrero de 2016

sopa de berenjena


Es tan interesante la historia y propiedades de la berenjena como su mismo aspecto físico. Para mí es uno de los frutos vegetales más exóticos en su forma, color y brillo. Su textura y sabor sorprende en sus diferentes opciones para prepararla.

Originaria de la India y luego extendida su producción en muchas otras zonas, incluyendo Costa Rica, tenía mala reputación al inicio de la historia, pues se creyó que producía locura, entonces se le conocía como “manzana loca o manzana de la ira”. Luego se estudió más a fondo y se descubre que es útil para el sistema circulatorio, bajar el colesterol, ayuda contra la aterosclerosis, combate las células cancerígenas y muchas otras razones nutricionales y médicas. Lo que pasa es que tiene alcaloides (solanina), que al consumirse cruda si puede afectar la salud, siendo recomendable consumirla siempre cocinada.

Creo que sí hay algo de locura con tan simpático fruto! Tanto beneficio y variedad de recetas, con resultados tan sabrosos como la sopa que hoy les comparto, te alteran las ideas y las ganas de volver a probarla una y otra vez! 
Esta receta se hace a partir de la berenjena rostizada (al horno), adaptada de una original servida con escalopines y crutones de pan de nueces o linaza;  yo le puse unas verduritas y usé tostaditas de pan, pero la esencia es la misma y es para recomendar servir de entrada, o bien cuando el plato fuerte sean carnes, pues tiene propiedades desgrasantes. 

Requiere 2 berenjenas medianas, firmes y con buen brillo, que no estén golpeadas, 4 tazas de caldo de pollo o de vegetales, 2 papas pequeñas, 1 zanahoria pequeña y 3 vainicas tiernas, 1 pechuga de pollo, 2 ajos, 1 cebolla, sal, 1 limón ácido. Puede omitirse el pollo y hacerla solo de vegetales.
Parta las berenjenas en mitades a lo largo, haga unas pequeñas incisiones en la parte expuesta y barnícelas con aceite. Póngalas en una bandeja y lleve al horno por unos 30 minutos hasta que suavicen y la cáscara se arrugue.

Mientras ponga en una olla a cocinar el pollo 4 tazas de agua, sal, ajos y cebolla. Cuando esté listo el pollo, retírelo del caldo y añada ahí las verduritas partidas en trocitos a fuego medio. Desmenuce la carne y reserve. Al estar listas las berenjenas se retiran con cuidado del horno y se extrae con una cuchara la pulpa que ha de estar suave y se eliminan las cáscaras. Se licua la mitad de la pulpa con 1 taza del caldo y se integra de nuevo a la olla. La otra parte de la pulpa se puede majar con tenedor y también se añade al caldo. Se deja calentar solamente a integrar sabores.

Para servir, se vierte una porción del caldo en cada taza; Yo les recomiendo saborear este caldo así sencillo porque tiene un sabor muy especial; para luego que cada quién le añada un poquito del pollo desmenuzado y jugo de limón. Se acompaña con crutones o tostaditas de pan.