El término “tamal” procede el vocablo azteca “tamalli” que
significa envuelto. La gran variedad de recetas con tamales presentan múltiples
rellenos, pero todos con la misma base de una masa, siendo de maíz lo común. Se
envuelven por lo general en hojas de plátanos soasadas (ablandadas al calor),
aunque también se puede utilizar hojas de elote (tuzas), de bijagua u otras
plantas que cumplen función de servir de base y aportar sabor a las masas.
El tradicional “tamal asado” es una especie de pastel de masa
de maíz, que se aliña con leche agria, quesos y dulce. La masa una vez adobada
se cocina en una olla para espesar y con el mismo recipiente se lleva al horno,
o bien se coloca sobre un fogón. Se le hace una tapa de hojas y se le pone
carbón encima para formar un tipo de costra. Otra opción es pasar la mezcla a
un recipiente forrado de hojas soasadas, de manera que al cocinarse también
adquiera su aroma. Una vez listo, se desmolda y se parte en tajadas.
A la masa se le añade ½ kilo de queso maduro, 1 cucharadita
de sal, 1 taza de natilla casera (crema, crema ácida, sour cream), 3 huevos, 1
taza de azúcar blanca, 2 cucharaditas de polvo de hornear (royal), vainilla,
canela y clavos de olor molido al gusto. Mezcle bien hasta incorporar todos los
ingredientes, puede hacerlo directamente con la mano o usar algún utensilio.
Finalmente añada poquitos de leche agria (1 taza aproximadamente) para darle la
consistencia húmeda, pero que se pueda tomar en cucharadas.
Vierta una cucharada de la masa sobre UN cuadro de hoja. Una las esquinas de la hoja y cierre doblando cada extremo hacia
abajo. Coloque cada tamal sobre una
bandeja de horno apenas engrasada, con los cierres hacia abajo. No es
necesario amarrar con hilos. Una vez llena la bandeja, puede rociar un poquito
de aceite en spray o pasar una servilleta con aceite, sobre las hojas. Lleve al
horno (precalentado) a 190°C, 350°F por unos 30 minutos. En ese tiempo, saque
con cuidado la bandeja e invierta la posición de los tamales y cocine por unos
10 minutos más. O bien, encienda la parte superior del horno.
Conforme se van cocinando, los tamales parecen inflarse y la
hoja se estira. Por esta razón no debe quedar muy apretado. Luego la hoja
tomará un tono quemado y se confirma que ya están, haciendo presión con un
tenedor o cuchara sobre un tamal y que se mantenga firme. O bien, saca uno y
medio lo abre para confirmar. Retire del horno y deje enfriar por completo o se sirven tibios.
Luego pueden recalentarse con sus hojas en el microondas sin
problema. Es una receta que toma gusto, si se saborea también al día siguiente.
Perfecto complemento para un café o servir caliente como postre.
2 comentarios:
Esta forma de servir los tamalitos individuales, para toda clase de compromisos familiares o sociales me parece estupenda. Cuando ofrecemos varias tipos de comidas en festejos, acostumbramos llevar algo de lo ofrecido para después, de esta forma ya está empacado para llevar.
Deben saber a gloria así en hoja!!!
Publicar un comentario