martes, 17 de junio de 2014

tamalito asado


El término “tamal” procede el vocablo azteca “tamalli” que significa envuelto. La gran variedad de recetas con tamales presentan múltiples rellenos, pero todos con la misma base de una masa, siendo de maíz lo común. Se envuelven por lo general en hojas de plátanos soasadas (ablandadas al calor), aunque también se puede utilizar hojas de elote (tuzas), de bijagua u otras plantas que cumplen función de servir de base y aportar sabor a las masas.

El tradicional “tamal asado” es una especie de pastel de masa de maíz, que se aliña con leche agria, quesos y dulce. La masa una vez adobada se cocina en una olla para espesar y con el mismo recipiente se lleva al horno, o bien se coloca sobre un fogón. Se le hace una tapa de hojas y se le pone carbón encima para formar un tipo de costra. Otra opción es pasar la mezcla a un recipiente forrado de hojas soasadas, de manera que al cocinarse también adquiera su aroma. Una vez listo, se desmolda y se parte en tajadas.

A partir de esta misma receta básica, decidí hacer una versión de tamalitos individuales, conservando la esencia de masa y sabor de las hojas. Les comparto mi receta. Para unos 30 tamalitos se requiere de 1 kilo de masa de maíz molido. Es decir, maíz cocinado en agua hasta suavizar y luego se muele con máquina para convertir en masa. Así lo venden ya preparado en los molinos y algunos mercados. Igual podría realizarse con masa en polvo mezclada con agua tibia para dar el punto de masa.

A la masa se le añade ½ kilo de queso maduro, 1 cucharadita de sal, 1 taza de natilla casera (crema, crema ácida, sour cream), 3 huevos, 1 taza de azúcar blanca, 2 cucharaditas de polvo de hornear (royal), vainilla, canela y clavos de olor molido al gusto. Mezcle bien hasta incorporar todos los ingredientes, puede hacerlo directamente con la mano o usar algún utensilio. Finalmente añada poquitos de leche agria (1 taza aproximadamente) para darle la consistencia húmeda, pero que se pueda tomar en cucharadas.


Vierta una cucharada de la masa sobre UN cuadro de hoja. Una las esquinas de la hoja y cierre doblando cada extremo hacia abajo. Coloque cada tamal sobre una  bandeja de horno apenas engrasada, con los cierres hacia abajo. No es necesario amarrar con hilos. Una vez llena la bandeja, puede rociar un poquito de aceite en spray o pasar una servilleta con aceite, sobre las hojas. Lleve al horno (precalentado) a 190°C, 350°F por unos 30 minutos. En ese tiempo, saque con cuidado la bandeja e invierta la posición de los tamales y cocine por unos 10 minutos más. O bien, encienda la parte superior del horno.

Conforme se van cocinando, los tamales parecen inflarse y la hoja se estira. Por esta razón no debe quedar muy apretado. Luego la hoja tomará un tono quemado y se confirma que ya están, haciendo presión con un tenedor o cuchara sobre un tamal y que se mantenga firme. O bien, saca uno y medio lo abre para confirmar. Retire del horno y deje enfriar por completo o se sirven tibios. 
Luego pueden recalentarse con sus hojas en el microondas sin problema. Es una receta que toma gusto, si se saborea también al día siguiente. Perfecto complemento para un café o servir caliente como postre.

2 comentarios:

Vanessa Carvajal dijo...

Esta forma de servir los tamalitos individuales, para toda clase de compromisos familiares o sociales me parece estupenda. Cuando ofrecemos varias tipos de comidas en festejos, acostumbramos llevar algo de lo ofrecido para después, de esta forma ya está empacado para llevar.

Menú Asesorías dijo...

Deben saber a gloria así en hoja!!!