De la repostería de antaño de Costa Rica, apenas sobreviven
los llamados rosquetes. Es un tipo de panecillo o tostel tostado, de forma
prismática o rectangular, elaborados de harina de maíz con apenas un ligero
sabor dulce. Era costumbre usar este
tipo de tosteles para acompañar el café y más de uno disfrutaba introducir el
rosquete dentro de la taza caliente del café y saborearlo así. Todavía se
consiguen en algunas panaderías.
Son muy crujientes y llenos de aire, esponjosos pero de pasta
dura. Lo que los hace perfectos para bañarlos con jugos y usar en repostería. Es
una versión rústica de los “dedos de señora” una repostería más fina. Los
rosquetes son ideales para hacer postres combinados con frutas, cremas y
ligados siempre con jugos y almíbares.
Este postre, también herencia de los Abuelos es llamado
Bocado de Novia. Por su presentación y gusto se ofrecía en grandes fiestas al
celebrar un matrimonio. Es muy fácil y el añadir licor lo hace una versión para
adultos. Pero podría hacerse una versión sin el licor, aunque aquí les comparto
la receta original.
Requiere de unas 20 unidades de rosquetes; 6 cucharadas de
maicena (fécula de maíz), 1 astilla de canela, ½ cucharadita de sal, 3 tazas de
leche, 6 cucharadas de azúcar, ½ taza de almíbar de frutas, 2 copas de ron
(dulce de preferencia), ½ cucharadita de vainilla y 2 huevos separados y ½ taza
de azúcar en polvo (glass).
Ponga a fuego medio 2 tazas de leche junto a la canela,
vainilla y la sal. Mezcle el azúcar con la maicena y disuelva en la taza de
leche fría. Añada a pocos a la leche caliente y mueva constantemente, con
cuchara de madera de preferencia. Tome unas cucharadas de la mezcla y
combínelas con las yemas y regrese a la olla. Retire la canela y deje hervir
hasta que se espese la crema.
Aparte en un molde o pyrex acomode los rosquetes y báñelos
con el almíbar combinado con el licor. Vierta la crema sobre los rosquetes (no
importa si está caliente aún). Mueva con un tenedor los rosquetes para que la
crema entre en sus espacios.
Bata las claras a punto de nieve y añada ½ taza de azúcar en
polvo para darle consistencia. Colóquelas en cucharadas sobre la crema de los
rosquetes. Lleve a cocinar a temperatura media de su horno, hasta que las
claras estén doradas.
Retire y deje enfriar por completo. Este postre puede
mantenerse en refrigeración incluso desde un día antes, lo que hará más fácil
al servirlo. Un bocadito de novia, con suavidad, elegancia, con un leve tono de
alcohol para encender la pasión y despertar emociones! Perfecto para un día de
los Enamorados.
2 comentarios:
Ni le pongo, ni le quito… es perfecta cremosa, suave, esponjosa y con el leve tono de alcohol, un lujo de receta. Primera que me deja atada, en la que no puedo imaginarme trasformaciones mientras la leo. Felicitaciones por maravillosa presentación, aplausos y reverencias para vos.
Interesante información y que rico se ve gracias Luis.
Publicar un comentario