El sabor de la cebolla se percibe
diferente del estar cruda al estar cocinada. Cruda picadita, en rodajas, sobre
ensaladas y mucho más. Cocinada es base para la gran mayoría de comidas. Pero
sin duda en sopa con queso gratinado se
convierte en una receta de lujo para lucirse. Acá les comparto esta receta de
Laura Corrales, para disfrutarla como entrada y hasta plato completo en una fría
noche.
Requiere 2 cebollas grandes, 1
litro caldo de res casero (o instantáneo: 1 litro de agua y dos consomé de res),
1 hoja laurel, 1 ramita de romero, 1 ajo, queso mozarella, Pan, Mantequilla, Aceite
de oliva
Se cortan las cebollas en “julianas”.
En una olla se ponen dos cucharadas de mantequilla con un chorrito de aceite de
oliva, luego agregar las cebollas cortadas; mezclar y condimentar con 1/2
cucharadita de sal. Se mueve
ocasionalmente hasta que la cebolla se vea doradita y entonces si se añade el
caldo de res, la hoja de laurel y la ramita de romero. Se deja a fuego medio
unos 20 minutos.
Mientras se cocina la sopa se preparan unas tostadas: pan tostado al horno. Cuando están listas las tostadas se les paso encima un ajo , frotando el pan para aromatizar. Finalmente servir la sopa y el pan encima. Se le agrega el queso mozarella, y al horno solo por encima hasta que gratine el queso y listo a disfrutar.
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