lunes, 20 de junio de 2011

miel de pan


Esta sí es toda una receta familiar, de la Abuela. Y justamente la dulzura que tiene es que es tan sencilla y pobre, como los mismos alimentos que a diario se compartían. Cuando yo era niño pasaba el panadero en carro casi de madrugada a la casa a dejar el pan fresco. Se dejaba una bolsa de tela colgada y ahí todos los días amanecía el pan fresco. Nadie se lo robaba!

Claro, en bollos o en piñas se disponía mañana y tarde del  mismo. Lo que no se gastaba de inmediato, se iba guardando para tostar a horno, hacer budín o esta miel de pan. Estoy seguro que a muchos les recordará las torrejas (pero esa es otra receta!), ésta es más sencilla y funciona mejor con pan viejo. Entre más tieso mejor!.

Se requiere ½ tapa de dulce, 1 taza de agua, 2 tazas de leche, 2 yemas, canela en astilla, clavos de olor, 1 onza de ron (opcional) y 1 baguete añejo en rodajas o los bollitos de pan sueltos o partidos.


Vea usted: es cosa de poner a derretir la tapa de dulce en pedazos con el agua, la canela y clavos de olor, que se vaya formando la miel. Se agrega la leche a poquitos y cuando hierve saque un poquito de la miel, combínela con las yemas, el ron y agregue esto a la olla de la miel. La leche tiende a formar grumos, esto es normal.


Entonces vaya agregando las tajadas de pan, para que absorban el líquido, mantenga a fuego medio, mueva con cuchara de madera y deje unos minutos para que el pan tienda a acaramelizarse. Se lo mueve mucho obvio el pan se desintegra (por eso es mejor añejo), a mí me gusta apreciarlo, así que apenas lo muevo y rápido lo quito.  Deje entibiar y disfrute. 
 


8 comentarios:

Marisa dijo...

Amigo Luis ¡Qué recuerdos cuando dejaban el pan y la leche en la puerta! Tan lejanos y con costumbres distintas, lo del pan en la bolsa de tela...también lo hacía mi abuela!
La receta es sencilla y genial, como siempre ¿Porqué siempre me voy con antojo de tu acogedor rincón?
Un abrazo muy fuerte y hasta la vuelta.

Alvaro Reyes A. dijo...

Qué buena idea! Lo que mi madre hacía era sopa de pan. Me gustarìa que me dijeras, si lo sabes,cómo hacerla! Era una sopa con pan viejo y leche, solo eso sé.

González Luis dijo...

Marisa, gracias por pasarte a este rincón también muy tuyo. Así es, una historia para recordar.

Alvaro, claro que sé como se hace, incluso la tengo lista junto a otras 3 sopas más de leche... ya pronto la verás!

Karina dijo...

¿Qué es esa ricura? Yo jamás lo había probado, pero por ahí tengo un poco de pan tieso y ¡ya sé lo que voy a hacer con él!

Norma Ruiz dijo...

Hola Luis, muy rica receta sabes se parece mucho aunque con un par de cambios a lo que en México conocemos como capirotada, es rica lo que no me agrada mucho es que el pan esta muy mojado para mí gusto, pero esta opción que nos presentas me ha encantado por que si sacas el pan rapido no das tiempo a que se moje tanto y debe ser delicioso, mil gracias Luis lindo miércoles.

Carmen dijo...

Qué rico se ve esto. Me recordó a la capirotada, que no tiene que ser muy mojada como dice Norma, es cuestión de como lo haga uno. La capirotada es un postre del medievo, y supongo que este también tiene su historia.
Como esa que nos cuentas del pan en la puerta, sólo llegué a ver la leche en la puerta y que nadie se la robara, no pensarlo en estos tiempos.
Un abrazote querido amigo Luis

antbutterfly dijo...

Esto lo busqué para ver si alguien más hacía la miel de pan como mi abuela ja ja Era delicioso yo le hacía a mis hijos igual que abuela o cuando había platilla le ponía leche condensada mmm y bajaba un poco del dulce o azúcar. Hoy lo copié para una chiquilla que me dice tía y que se casa en febrero entonces está recolectando recetas de las personas más cercanas y cuando ella estaba pequeña le hacía y "se chupaba los bigotes" ja ja como decimos en Tiquicia. Gracias mil porque hoy solo copiando la receta para ella sentía a mi abuela Nena (que fue mi compañera, amiga, confidente y todos los etcs) muy cerca de mi corazón.




Cocina Costarricense dijo...

Hola Antbutterfly. Que bueno que te haya servido para revivir recuerdos, encender sabores y ojalà plasmar la receta. En horabuena que estès por aquì