Me encontré esta receta con el nombre de “pastel de berenjena y queso” que lleva tomate frito originalmente y leyendo la misma y al llevarla a la práctica algo adaptada justo por sustituir el tomate de esta forma, he considerado oportuno re-bautizarla como berenjena en leche.
Así que requiere de 2 berenjenas, de buen brillo, firmes, harina suficiente para rebozar, aceite de oliva, 1 o 2 tazas de salsa de tomate preparada (tipo ranchero, yo usé “chunky término medio” que pica un toquecito), 2 tazas de queso para derretir, 3 huevos, 2 tazas de leche separadas, pizca de sal, 1 cucharada de mantequilla.
Empezamos con partir las berenjenas a rodajas (sin pelar) y las ponemos en remojo con 1 taza de leche durante 30 minutos. Escurrimos bien, pasamos por harina y doramos en una sartén con aceite.
Después se barniza una bandeja de horno con la mantequilla (o aceite) y se pone una capa de berenjenas, una capa fina de salsa de tomate y otra capa de queso. Repetimos las capas a terminar con el queso.
Aparte se baten los huevos con la otra taza de leche, sal y pimienta y lo incorporamos al pastel y se mueve suavemente con un tenedor, para que este líquido se esparza bien hacia el centro. Se lleva al horno precalentada por unos 25 minutos a 180º C. Se retira y dejamos refrescar sobre una rejilla.
Se sirve caliente en trozos por porción y se puede acompañar de un arroz fresco.
3 comentarios:
Que buenas estas berenjenas. Tenemos unas en el frigo y vamos a aprovechar para hacer esta receta.Besos
http://cocinandoconlaschachas.blogspot.com.es/
qué buenas las berenjenas
No es la berenjena la hortaliza que más me gusta, pero reconozco que así preparada perderá su gusto fuerte y quedará muy suave, es una receta a tener en cuenta. Un abrazo
Publicar un comentario