El camarón seco es el resultado de
haberlos secado al sol, al igual que otros crustáceos como los langostinos. Este
proceso les reduce su tamaño pero intensifica los sabores, por lo que hace que
se emplee molido como condimento en gran parte de las cocinas asiáticas. En
Costa Rica se luce mucho para ésta época de Semana Santa, siendo la mayor
preparación en arroz con camarones. En el Caribe se les añade leche de coco y
chile picante, generando nuevos sabores.
Tiene la garantía que
dura bastante tiempo en su conservación, por lo que si no se usa en estos días,
puede realizar otras recetas más adelante. Buscando una nueva forma de
saborearlo, elaboré estas tortas, donde originalmente pensé que hacerlas con
papa, idea que me parece también acertada (aunque pendiente), pero terminé
usando plátanos verdes.
Empiece por hidratar 1 taza de camarones secos con 1 lata de cerveza (la
que guste!), déjelos reposar un par de horas. Luego lleve a
cocinar, con el mismo liquido de la cerveza, añade 1 taza de agua y 1/2 taza de
vino de cocinar. No incluya condimentos! En unos 15 minutos tapados ya estarán
suaves. Escurra y procese para convertirlos en puré o una pasta suave.
Aparte cocine 2 plátanos verdes (o guineos) en agua con sal, cuando estén suaves los maja en puré. Añada el puré de camarón, 2 cucharadas de masa de maíz, 1 huevo y condimente con "sazón completa" de hierbas.
Forme tortas y fría en aceite (podría considerarse hornear) hasta que estén doradas. Para acompañar el café, para ajustar en almuerzo, para picar a media mañana.
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