Siempre he considerado la receta del budín, como una de las más básica y esa ideal para iniciarse en el mundo de la cocina, por la facilidad de mezclar todos los ingredientes y hornear.
También creo que tan versátil, que acepta la inclusión de varios ingredientes extras, o uno solo para darle un sabor especial en cada ocasión. La receta básica del budín consiste en disponer de 1 bollo de pan salado, tipo baguette y dividir en trozos. Remojar en leche (menos de 1 litro) y dejar que se impregne bien. Luego añadir una barra de mantequilla (margarina) 120 gr, 2 huevos y 1 taza de azúcar.
Ahora que en la casa tengo una cosecha de pitangas, he estado realizando varias recetas. Entre ellas jalea. En un recipiente se coloca 1 taza de agua y se añaden 3 tazas de la fruta. Se presiona cada una, para eliminar la semilla y que la pulpa quede en el agua. Luego se licua y se cuela.
Se pone al fuego una olla con la pulpa licuada y 1 taza de azúcar. Se mueve constantemente por al menos 30 minutos hasta que tome la textura deseada. Cuando se enfría se espesa un poquito más. Esta jalea la usé para el budín, por lo que añadí la misma y solo 2 cucharadas extras de azúcar, que se mezclan con todos los otros ingredientes mencionados.
Se vierte en un molde o varias pequeños engrasados de mantequilla y se lleva al horno precalentado, a temperatura media (350°F / 180°C) por unos 40 minutos, hasta que dore y esté firme al centro. Se deja enfriar para cortar en cuadritos y disfrutar.
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