Papaya verde en almíbar
Pues hace unos días me encontré 2 papayas verdes. Buen color
verde. Firmes. Duras. No las preparé de inmediato, sino que las dejé envueltas
en plástico dentro del refrigerador como otras veces ya lo había hecho y hacer
un picadillo después.
Ayer ya me saboreaba mi picadillo de papaya, fui a comprar
carne, pensé en chorizo, pero me hipnotizó un par de ruedas de osobuco. ¡Lo
puse a cocinar y todo para ir adelantando!
Ah, pues me pongo a rallar primero la cáscara de la papapa
con un cuchillo para que salga el látex, luego las pelo, las parto y vaya
sorpresa: estaban como pintonas por dentro. Ya el centro con un lindo color,
pero seguían firmes como buena papaya verde.
No me quise arriesgar a un resultado de sabores no deseado,
entonces le agregué unas papas a la carne y eso salió de almuerzo.
Las papayas les quité la semilla, las partí en pedazos y las
puse un rato en agua con cucharadita de bicarbonato. Al rato las enjuagué bien
y las puse en una olla con poquita agua, canela, clavos de olor y las dejé
tapadas para que se fueran suavizando. Ahí moviendo de vez en cuando y al rato
le añadí un buen chorro de sirope (kola) para el color y luego un poco de
azúcar, ya como iban más suaves era más fácil que absorbieran el dulce sabor. A
pesar del sirope y como la papaya era pintona, seguían medias paliduchas.
Entonces les puse 3 gotas de colorante vegetal y encendieron su color.
Las papayas no terminan de suavizar hasta desbaratar, sino que se ablandan y quedan "tiernas", suaves, crujiente y dulces. Las retiré del fuego y ya tibia las probé. Pero preferí dejarlas enfriar por completo y luego servirlas con una cucharada de helados. Diay, no era lo que planeaba, pero fue lo que salió! Mi anécdota de postre de fin de semana. Pura vida!
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