Es que la masa es como el papel,
aguanta lo que le pongan! Y la masa de maíz es de mis ingredientes favoritos,
siendo los tamales la opción quizás más laboriosa, pero que deja una mejor
presentación y sabor, en comparación a las empanadas o tortillas, que igual de
deliciosas son. Muchas veces se piensa
que hacer tamales implica mucho reguero, costo; pero yo creo que lo que más
tiene es el factor tiempo, no son difíciles y esta opción rellenos de picadillo
lo hacen especiales.
Estoy usando el picadillo de papa
con carne desmechada (VER RECETA) que les compartí previamente. Aunque puede
simplificarse a papa con chorizo, o con carne molida, que salen en menor
tiempo.
Lo mejor es hacerlo con masa de
maíz molida (se cocina el maíz hasta suavizar y luego se muele – o bien la
compra en los molinos), aunque también se puede hacer con masa en polvo (de
paquete); en este caso hay que darle consistencia con caldo tibio para llegar
al punto. En cualquier caso, la masa se aliña con agua tibia y consomé, un
poquito de salsa inglesa, sal y culantro, todo esto licuado y se le añade un
poquito de puré de papa. Se mezcla bien, procurando que la pasta no sea muy
acuosa (sino la pone un poquito al fuego, moviendo siempre para darle el punto).
Se pone una cucharada de masa
sobre una hoja de plátano soasada, una cucharada copetona del picadillo, se
envuelve en doble hoja como tamal, se amarran en parejas y se cocinan en agua
hirviendo por unos 45 minutos. Se dejan enfriar antes de servir para que
compacte la masa.
Luego se puede calentar en agua nuevamente o en el
microondas. Listo. A comerse unos tamalitos!
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