viernes, 17 de junio de 2022

pellejo de chancho

 

La piel de cerdo contiene grasas y proteínas de alto valor biológico, pero suele consumirse frita, lo que incrementa el porcentaje de lípidos trans del producto final. Lo común es ponerlo a freír y dejar que se dore hasta formar una corteza crujiente, lo que conocemos como el chicharrón de concha.

Hay que ser consciente que no todos los organismos lo toleran, ni es del agrado de muchos. Pero otra forma de preparar el pellejo es cocinarlo al mismo tiempo con frijoles (negros, rojos, tiernos), combinado con costilla. En lo que a micronutrientes se refiere, cabe destacar el contenido en vitaminas A y B de la piel de cerdo. También la concentración en calcio, magnesio y hierro.

Parece que combate la anemia, las proteínas que aporta la piel de cerdo son de elevado valor biológico y es mejor en digestibilidad, siendo útiles para la adecuada salud muscular y del tejido magro. Todos son maneras de preparar, de disfrutar, pero parece que es más saludable cualquier otra preparación que frito.

Les cuento que me compré una “tira” de pellejo, para preparar un “picadillo de papaya” que ya había comido, pero quería experimentar en mi cocina (luego pongo esa receta). Lo lavé bien con sal y limón. Frotando y luego enjuagar con agua limpia. Al fuego en agua con todas las especias naturales (los olores a lo tico) cebolla, chile dulce, culantro, apio, tomillo, ajos, orégano… En olla de presión una media hora está bien. En olla convencional ahí lo va tanteando hasta que esté suavecito. Al tiempo, escurro, desecho el caldo donde queda el exceso de grasa y el pellejo lo parto en tiritas.

Mientras se va cocinando, uno prepara una salsa de tomate casera. Los tomates se colocan en agua hirviendo con sal y puntica de aceite, se les quita la cáscara y se procesan. En una olla se sofríen olores, se añade el puré de tomate, azúcar, sal, condimento al gusto, salsa inglesa. Opcional añadir una tomatina tipo ranchera o un chile “panameño” punzado. O como gusten hacer su salsita de tomate. Ahí añaden las tiras o cuadritos del pellejo y lo dejar hervir un poquito. Para que se tomen sus sabores y está listo para servir como boca o plato fuerte.


Imagínese un poco de yuca sancochada, plátanos verdes, arroz recién apiado, un par de rubias o un tamarindo y a disfrutar.

 


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