lunes, 26 de agosto de 2013

montaditos de lengua

La lengua no tiene huesos, pero es lo suficientemente fuerte para romper un corazón, por eso, tenga cuidado con lo que dices, se menciona entre frases. Y es que la lengua es el órgano muscular situado en la cavidad de la boca de los vertebrados, que sirve para gustar, deglutir y articular los sonidos, pero que también otros le encontramos el gusto para comérnosla, algunas, no todas, sino van a creer que soy Hannibal Lecter. Sabían que entre las curiosidades del reino animal, los cocodrilos no pueden sacar la lengua?, pobrecitos, tan simpático que es!

Pero bueno, la lengua como ingrediente en la cocina es de los que más disfruto. Y una vez que se domina la forma básica de prepararla, en una simple salsa de tomate, surgen un montón de ideas. En salsa blanca, con vegetales, encebollada, en vinagre. Tengo por ahí entre los libritos viejos de cocina que hasta forma de rollo relleno se puede hacer. Pero aún veo lejano la hora de prepararla así. Mientras inspirado en otras recetas y tratando de adaptarla a mis gusto, saqué esta que es como dos recetas en una.

La primera conduce a presentarla empanizada, y la segunda es poniendo un relleno entre dos tajadas, por lo que podría llamarse lengua prensada. Sin embargo en la línea de recetas cuando se sobreponen capas del mismo ingrediente se le da el nombre de “montadito”. Una montada sobre la otra. Mi receta lleva ambos procesos. Les cuento.

Cocine una lengua, lavándola primero con limón y sal. Enjuague y lleve a cocinar con agua y ajos, en olla de presión por 20 minutos (al sonido de la válvula). Saque, escurra y elimine la capa blanca. Parta en láminas delgadas. Vuelva a cocinar estas con agua, sal, condimento al gusto, hierbas frescas. Unos 15 minutos en olla de presión. Al tiempo déjelas aparte para que escurran de su caldo.

Prepare un empanizado con 1 taza de harina,  1 taza de pan rallado, 2 huevos batidos con sal y pimienta, aceite de oliva y mantequilla. Coloque cada ingrediente separado.

Ponga una rodaja de lengua sobre la harina, encima ponga una tajada de queso para derretir (tipo mozarella), otra de lengua, formando un tipo emparedado. Cubra bien de harina; pase por la mezcla de huevo batido y finalmente por la del pan. 

Fría en un sartén con aceite y mantequilla. Cuidando al dar vuelta para dorar por ambos lados. Escurra cada montadito en papel absorbente. El queso se calienta en este proceso y tiende a tomar su dócil suavidad y la combinación de sabores resulta muy interesante. Si gusta puede añadir un ingrediente extra junto al queso, como mostaza, chile jalapeño. La lengua ya cocinada puede bañarse con jugo de naranja agría o limón, si desea aportar un sabor cítrico a la misma. 
Creo que funciona bien como una entrada. Servirla sobre una ensalada verde, o bien como plato principal con arroz, puré y vegetales. Atrévase a sacar la lengua de una forma diferente!

2 comentarios:

Pilar dijo...

Mira en esta ocasión no probaré tu receta y no es que no me guste la lengua, es que no la he probado nunca y me da no se que, aunque a mi marido le encanta, si viera tu receta la preparaba seguro, creo que no se la voy a enseñar, ja, ja ¡qué mala!. Hasta pronto, un abrazo

Vanessa Carvajal dijo...

Me gusta como comienza el texto, muy simpático. La receta me parece una buena opción, tal cual la planteas, para entrada y el toque del queso es un plus para mi gusto, me encanta…… La vaquita súper simpática.