Debo confesarlo, desde muy pequeño he adorado los atoles.
Dejé el chupón (biberón) como hasta los 5 o 6 años, aunque al final lo que me
encantaba disfrutar eran atoles, servidos en el chupón y forrados con un
limpión o manta para mantenerlos caliente.
Tenía una Mamá alcahueta y el castigo para mí era que no me dieran atol!
Otra detalle curioso de mi infancia es que no me gustaba nada
preparado con elote, ni tortillas, chorreada, pan, tamales, nada… excepto la
mazamorra. Ha de haber sido por la misma textura tan similar a un atol. Y los
sigo disfrutando, atol de maicena, de avena, de sagú, flanes y cuanta vaina
parecida me gusta.
Un día compartiendo una receta de los “chilotes” en la página
de facebook, una seguidora me comentó que su Mamá hacía este atol. No tuve que
esperar mucho para conseguir los ingredientes y poner marcha a tan sencillo,
pero para mí gloriosa receta! Los chilotes son las mazorcas de maíz muy
tiernas. Cuando están iniciando su desarrollo. Con un sabor tan dulce y una
suavidad, que sé que hay quienes se la comen cruda. Eso sí, se necesitan
bastantes para hacer una receta para varios. El clásico GUISO (receta), en
VINAGRETA (receta) son solo un par de
alternativas. Se usa en picadillos con pollo, con carne molida, se integra en
sopas.
Ahora les comparto este Atol o Mazamorra de chilotes. Recién
hecha, tibia simplemente enamora a quien disfruta del sabor clásico del elote.
Ya fría es todo un refrescante postre. Tan sencillo como poner a remojar 1 taza
de arroz crudo en agua hasta que la cubra, por al menos 1 hora, de manera que
se suavice.
Disponer de unos 20 chilotes, se eliminan las cáscaras y
hebras. Se licuan con 2 taza de agua fresca y el arroz remojado. Esto se pasa a
una olla y se lleva a cocinar (no hay que colar), a temperatura media, moviendo constantemente. En
muy pocos minutos se va a espesar. Se aparta del fuego y se añade azúcar al
gusto. Da para 4 porciones.
Se deja entibiar y se sirve en tazas. Puede cocinar unos
chilotes aparte en agua y partirlos en trocitos para integrar al servir. Rociar
canela si es del gusto. Recuerde que los atoles se endulzan hasta el final, pues de lo contrario tenderán a pegarse al fondo de la olla. Se puede guardar en refrigeración y servir luego como
un postre. Esta es una de las clásicas recetas que me gusta. Fáciles, rápidas y
de buen gusto. Espero lo pongan en práctica.
1 comentario:
Esta es una receta que ya me enamoro, con solo leer que se disfruta el sabor del elote, de igual manera mis postres favoritos son los de texturas suaves.
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