Diay que en estos días cumplí años sí señores! y pues diay, que no soy pastelero, entonces decidí hacerme uno de esos de caja, que nada más es mezclar el contenido, con agua, aceite y huevo, echar al molde y hornear. Así como dicen las instrucciones.
Pero agarrándome de los recuerdos, de los tosteles de antes,
que se los daban envueltos en pliegos de papel, los cachos, costillas, las
orejas, las cremitas y las CUÑAS!... si, esos triángulos con un lustrecito
simpático, pues intenté hacer uno.
Que dicen los que saben, que es solo mezclar azúcar en polvo (glass) con agua. Una proporción de 200 gr por 3 cucharadas de agua, se le añaden gotas de colorante y otras de limón para acentuar sabores y hasta un chorrito de licor. El asunto es darle un "punto" a esa mezcla que sirva de lustre. Bien puede mezclarse cucharadas de leche con el azúcar hasta tener una consistencia espesa y llevar unos 20 segundos al microondas.
Se esparce sobre el queque ya hecho y frío y se le pone
confitillo para darle un toque simpático. Ahí lo deja que se "corte",
yo lo puse un ratico en la refrigeradora. Ya después cortó lo más bonito. No me
quedó como las cuñas de la pulpería, pero si sirvió para que me cantaran.
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