Nos referimos a la “chicha” como una bebida fermentada que se elabora a base de un ingrediente rico en almidones y azúcares, siendo quizá el maíz el principal de ellos, pero también se emplea la caña de azúcar, el pejibaye, algunas verduras y frutas como la piña, el cohombro, nance, jocote; básicamente es dejar que la fruta sufra un proceso de descomposición en estado natural, mezclado con agua o en sus propios líquidos, o bien hacer combinaciones.
En vocablos costarricenses, también nos pronunciamos “estar de chicha” como andar enojado; o bien “ni chicha ni limonada” cuando la persona o situación es indecisa, no es una ni otra cosa!
La elaboración de las chichas tiene su origen en la gastronomía aborigen, como un elemento importante y significativo que acompañaban las actividades sociales y religiosas, simbolizando la fraternidad y el compartir. De ahí que se servía en guacales o jícaras grandes, donde varias personas podían tomar, al compartir en forma circular. También se hacía previo a las danzas.
En la época colonial, el alto costo de los licores industriales contribuyó a que este tipo de bebidas se hicieran de forma artesanal y casero, lográndose los mismos efectos físicos y de sabores. Era muy común ofrecerlas para la época de navidad, cuando antiguamente la gente visitaba las casas solo para ver los portales, así se atendían a las visitas con un traguito de chicha. De ahí el cuento de que como lo indica el “Angel” que corona el pesebre “Gloria in excelsis Deo”, los visitantes también decían “Donde está la chicha que no la veo”!
planta de caña de azúcar |
Entre tanta opción para hacer chicha, les comparto aquí la de caña de azúcar; una vez que se cortan las cañas se muelen o exprimen en el trapiche para obtener el jugo. Este se pone a hervir en las pailas y se le va eliminando la “cachaza”, una especie de espuma con residuos de la caña y se deja enfriar.
jugo de caña en el trapiche |
Luego se pasa a tinajas de barro y se deja fermentar tapado hasta por 8 días. Todo depende del grado de dulce que se prefiera o el sabor “picante” que se genera con la fermentación. Con esta base se puede seguir generando otras chichas, producto de mezclar el jugo de caña cocinado, limpio y frío, combinado con 2 tazas de fermento viejo y de esta forma se podría disfrutar al día siguiente.
En la forma aún más simple, si se disfruta del jugo de caña que se consigue en un trapiche, o en la misma feria del agricultor, pues agregue un chorrito de jugo de limón ácido a un vaso de jugo de caña fresco y ya tiene un sabor algo parecido. Salud!
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